TOP

El rey está desnudo



Supongo que conocen el famoso cuento de Hans Christian Andersen, El traje nuevo del emperadorEl rey desnudo (1837). Pues bien, resulta a mi juicio una perfecta metáfora de la actual situación que atraviesa Celestino Vegas dentro del PSOE local. Autosuficiente en su trono de cristal, halagado por un ajustado apoyo a su secretaría local, luce ante la militancia su candidatura a alcalde, sin saber que va desnudo, desprotegido del apoyo moral que requiere una empresa tan importante. Pese a haber obtenido 230 avales, éstos representan tan solo un 41,4% de crédito preliminar; más o menos el mismo porcentaje global que obtuvo cuando se presentó a secretario. Se supone -mucho es- que un secretario local, sumido en una crisis profunda de afecto popular hacia su partido y un apoyo exiguo de su militancia hacia su gestión, pasado un año haya superado ese porcentaje y haya sabido aglutinar con convicción y capacidad de liderazgo a la mayor parte de su feligresía. Por el contrario, no solo no sigue todo como estaba hace un año, sino que su imagen como líder de la oposición en el ayuntamiento está por los suelos. Seamos sinceros, ¿qué porcentaje de ciudadanos votaría mañana a Vegas como alcalde de Badajoz? ¿Quién diría que representa una cara renovada, que apuesta por cambios esenciales en la forma de hacer política?... Pues eso. El silencio habla por sí solo. 

Celestino Vegas es en estos momentos el peor enemigo de su agrupación. Presentándose a las primarias locales pone en peligro la apuesta por un proyecto de futuro para el PSOE de Badajoz y da alas al PP, que en estos momentos sonríe feliz al ver cómo su arrogante enrocamiento en el poder dificulta la renovación de su partido. Se presupone que un militante debe ponerse al servicio de su partido, ponerse a su disposición en aquello que pudiera beneficiarle, más allá de intereses personales. Aún así, Vegas, en vez de retirarse de esta carrera por las primarias y dejar que sean nuevas ideas, nuevos equipos, quienes lideren el cambio, persiste en el error que todos ven y solo él se niega a admitir. El rey está desnudo, y no lo sabe, o lo sabe y es demasiado arrogante para admitirlo. Es triste que tengan que ser las urnas las que le saquen de su ceguera, y nosotros que soportarlo. Es triste que algunos militantes aún no hayan ponderado la gravedad de esta situación y comprendan que la mejor forma de servir a su partido es declinar su voto a Vegas. No solo porque por méritos propios haya debilitado a su agrupación, sino sobre todo por una cuestión de realismo electoral. En caso de obtener votos suficientes como para hacerse con la representación del PSOE a la alcaldía, no la ganaría. No nos engañemos, por favor. No la ga-na-rí-a. Es más, podría superar la mediocridad de las recientes elecciones Europeas, en donde perdimos más de 5000 votos. Cierto que parte de este descrédito se debe a factores que van más allá de la mejor o peor gestión de la política local, pero bajo este escenario tan poco halagüeño es evidente que el PSOE de Badajoz no puede presentarse ante la ciudadanía pacense como lo ha hecho hasta ahora. Solo un proyecto fresco, valiente, reformista, centrado en la transformación profunda del partido y su acercamiento a las demandas ciudadanas puede competir ante un PP convencido de su victoria y con hechos que alientan repetirla. Ese no es el partido que representa Celestino Vegas. No es el que yo quiero, y estoy convencido que usted tampoco.


Aún así, erre que erre, persiste en inmolarse a mayor gloria de su estampa. Ni siquiera en la coda de su carrera va a tener la dignidad de retirarse y reconocer que la mejor forma de servir a su partido es no aspirar a la alcaldía. Como el rey del cuento, adulado por una militancia temerosa de cambios, arisca a la renovación, enrocada en sus puestos, ignorante de la suerte de este reinado decadente, luce su desnudez como si vistiera una deslumbrante candidatura. Para estupor de muchos, vergüenza de otros e indignación del resto. 


La ceguera de Celestino Vegas, ese rey desnudo, crónica de un fracaso anunciado, se suma al tour de force de la candidatura de Pajuelo, la cual a cinco avales de perderse en el olvido, se transformará el día 19 en hoja que se lleva el viento, incapaz de reconocer que solo habría opciones de enfrentarse a Fragoso apoyando el proyecto de Ricardo Cabezas, el único que en estos momentos puede representar, por número de avales y solidez de equipo y proyectos, por sentido común, una alternativa creíble ante la ciudadanía. La suerte de Pajuelo está ligada trágicamente a la de Celestino; con él, su papel en estas primarias se reduce a mero testimonio. Pero ya se sabe, la oscura sombra de Joaquín León es alargada; lo que antaño no supo merecer, ahora por manos ajenas lo procura. Y en el embate debilita al partido, lo condena a repetir su fracaso, a no aspirar a mejores oportunidades.


El rey está desnudo, lo estuvo desde hace tiempo. Necesita que se lo repitamos todos antes de que sea la ciudadanía la que lo confirme. Y Pajuelo sabe (muy en el fondo), por mero cálculo de probabilidades, que su candidatura solo tiene sustancia si se funde, sin concesiones ni promesa de cargos, a la de Ricardo Cabezas. Solo así podrá el PSOE de Badajoz ejercer un liderazgo fortalecido que la ciudadanía perciba como esperanza a lo presente. El resto de escenarios está condenado al fracaso. Les ruego que lo mediten y pongan sobre la mesa no tanto su querencia por este o aquel candidato, sino por el futuro del partido. 


1 comentarios:

  1. Siguiendo con tu verbigracia referente a los cuentos me parece que se te olvida que existe otro que se llama “El patito feo” que, a pesar de que todos los que estaban a su alrededor le decían todos los días que no valía nada, a base de tesón, esfuerzo y trabajo se convirtió en un precioso cisne.
    Por otro lado mezclas asuntos concernientes al plano orgánico con otros referentes al institucional. No sé que oscuras intenciones te llevan a ello porque por más que te leo no veo que ideología socialista propugnas y /o defiendes. Porque reclamar sometimiento enmascarado en palabras como “fundir” me recuerda más a una dictadura que a una democracia. Tus FUENTES te han entrenado bien.
    La descalificación personal sólo define a quién la hace. Así es que háztelo mirar porque en lugar de favorecer a tu candidato, asunto que no entiendo porque no eres militante, lo que estás haciendo es proclamar las formas con las que ha conseguido los avales. Por cierto, te comento, puesto que como no eres militante a lo mejor no lo sabes, que solo eran necesarios 126 avales para proclamarse candidato, por lo que defender la preeminencia de un candidato sobre otro solo en base al número de avales es un argumento bastante pobre. Entendería que lo hicieras en base al número de votos…

    Lo de prometer cargos le va más a tu querido que a los otros dos candidatos.

    No todo vale. Y en política menos aún.

Publicar un comentario